Saber que eres prescindible, que nadie te ha echado nunca de menos y que nadie te necesita es un lastre muy grande a la hora de seguir con tu vida. Quizá por eso cada día me cuesta más continuar en este fracaso que es desde siempre mi existencia. Y si lo hago es porque un día prometí que lo haría y hasta hoy siempre he cumplido mis promesas. De mi se puede decir muchas cosas malas pero nunca que no fui leal a mis amigos y que no cumplí con mi palabra. Es lo que me queda cuando me miro al espejo. Si no fura por eso habría acabado hace tiempo.
Solo he estado enamorado tres veces en mi vida y en ninguna de ellas he tenido ni siquiera la oportunidad de empezar algo con ellas. Lo más lejos fueron unos maravillosos segundos que son el mejor momento de mi vida. Pero si a tus mejores amigas les cuesta mucho darte un motivo por el que una chica saldría conmigo será por algo.
Pero no creíais quienes leáis esto, si es que alguien me lee que lo dudo, no han faltado mujeres en mi vida pero nunca pasaron le fachada que yo las enseñaba, en algunos caso incluso las creaba para ellas. Pero solo era eso, fachada, nada más. Cuando me he intentado abrir ha sido un fracaso total, ahora ni siquiera he tenido ocasión para intentarlo, ya se que yo no le gusto y no creo que la vuelva a ver y yo prefiero morir a seguir con una vida que no vale la pena.
Odio lo que veo al mirarme al espejo todos los días y últimamente no hago más que darme motivos para seguir odiándome, parece que solo busco formas de hacerme daño a mi mismo.
Estoy cayendo en mi propio abismo y no veo que tenga fondo…
Solo he estado enamorado tres veces en mi vida y en ninguna de ellas he tenido ni siquiera la oportunidad de empezar algo con ellas. Lo más lejos fueron unos maravillosos segundos que son el mejor momento de mi vida. Pero si a tus mejores amigas les cuesta mucho darte un motivo por el que una chica saldría conmigo será por algo.
Pero no creíais quienes leáis esto, si es que alguien me lee que lo dudo, no han faltado mujeres en mi vida pero nunca pasaron le fachada que yo las enseñaba, en algunos caso incluso las creaba para ellas. Pero solo era eso, fachada, nada más. Cuando me he intentado abrir ha sido un fracaso total, ahora ni siquiera he tenido ocasión para intentarlo, ya se que yo no le gusto y no creo que la vuelva a ver y yo prefiero morir a seguir con una vida que no vale la pena.
Odio lo que veo al mirarme al espejo todos los días y últimamente no hago más que darme motivos para seguir odiándome, parece que solo busco formas de hacerme daño a mi mismo.
Estoy cayendo en mi propio abismo y no veo que tenga fondo…
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